12.2.10

Haiti

Existe la justificación de que la fotografía de guerra es necesaria para dar voz a las personas que no son escuchadas y retratar realidades que son negadas. Sin embargo, yo me siento incómoda ante el hecho. Siento que algunos fotógrafos se aprovechan de la miseria y dolor ajeno para hacer dinero y, peor aún, obtener reconocimiento. Sé que probablemente a pesar de que estén ahí no puedan hacer mucho por la gente local, pero aún así me parece inmoral que retraten personas anónimas que viven tragedias terribles para ganarse el pan. Entiendo que es un trabajo y que tienen que alimentarse. Aún así no logran convencerme.
Aparte, el artículo que leí (http://ow.ly/ZAWP), sólo refuerza mi opinión. Decía Kapuscinski que los cínicos no pueden ser periodistas y yo encuentro un tanto cínico el ejercicio de esta labor. ¿Porqué? Por que los fotógrafos llegan a tomar unas cuantas fotografías, están unos días (algunos asentados en mejores condiciones que otros) y se van. Ven superficialmente el problema, toman imágenes clichés del sufrimiento humano y en un par de días estarán en sus oficinas en NY tomándose un Starbucks, en un cómodo asiento.
Una crítica muy constructiva para arreglar este problema es la que propone el artículo. Unir agencias para distribuir a los fotógrafos para dar una imagen completa de lo que es un desastre. Porque entre las fotografías que vimos en el NY Times, no hay una historia que se cuente como tal. Sólo una galería de imágenes de la destrucción de Haití.

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